martes, 23 de junio de 2009

paradojas del zopilote

su cabeza pelada intenta evadir la suciedad de la carroña que busca y lo alimenta.

es sociable, pero aunque el hambre ya sabemos que causa conflictos, los del zopilote no pasan de discusiones más o menos agrias aderezadas de saltos desmañados, como de fantasmas barriobajeros desarmados.

son beneficiosos: limpian lo que nadie quiere ver cuendo vuelva a tener que pasar. y con la extrema humildad del que simplemente engulle lo que los demás no quieren ni mirar.

y el zopilote del sueño lo hace en los etéreos espacios de las regiones subconscientes. y la dificultad de un medio tan poco tangible tampoco aminora la eficacia de su labor.

busca, pelea y devora los cadáveres de nuestros fantasmas oníricos, los monstruos muertos de nuestros disparates liberados por el sueño.

los zopilotes del sueño son horrorosamente beneficiosos; allí donde anidan son santuarios de devoción y gratitud. templos que contendrán ya inocuo todo lo que nunca nos hubiera permitido un despertar sereno.