miércoles, 23 de diciembre de 2009

el comienzo de mi vida
















sucedió muchos años después de venir al mundo. es algo habitual aunque a demasiada gente no le parezca o no haya pensado en ello.

antes del comienzo, aparte del nacimiento físico, mi parto, sucedieron más de 20 años de avatares de todo tipo, experiencias buenas o malas que fueron conformando el ente que luego comenzaría a ser. pienso en un matraz de laboratorio donde se van añadiendo sustancias que más o menos se mezclan entre ellas sin grandes reacciones o sin la reacción definitiva que provoca el comienzo de un ser. creo que hay pel comienzo de mi vidaersonas que desaparecen sin que esa reacción llegue a producirse jamás en su recipiente de ensayo. se les van añadiendo también substancias y más substancias pero jamás llega la que, en su medida apropiada, resulta ser el reactivo, el catalizador de una existencia real, de una vida consciente de sí misma. 


no sé qué es preferible en términos absolutos. de hecho creo que el segundo caso, en el que nunca llega a producirse la reacción, el cataclismo de la existencia, es el que más abunda. y eso puede indicar que los que empezamos a vivir en un momento dado no somos los preferidos del ciclo natural reservado a los humanos. además creo que he comprobado ya que ésos que resultamos minoría nos vemos invadidos por turbulencias no deseables para los otros, para la mayoría.

pero como ustedes o muchos de ustedes ya sabrán, estas minucias referidas a los puntos de vista existenciales, suelen resolverse con una simple apelación al subjetivismo. no hay objetividad posible que se pueda aplicar a estas percepciones. la subjetividad salva cualquier amenaza a la tranquilidad de lo homogéneo y homologado.

los que nacemos en un momento dado y con toda propiedad como acabo de referir, tenemos siempre una vida disfrutada o sufrida o ambas cosas terriblemente más intensa que los que se arrastran desde el principio al fin de sus días sin haber tenido la oportunidad de nacer, de haber asistido y ser sujeto de la debida reacción. no entraremos en la tajante afirmación de que sólo nosotros vivimos, eso significaría una maniquea observación del mundo y nos separaría irrealmente de la realidad que nos circunda, porque no podemos escamotear a ese inmenso colectivo que nos rodea cada día su subjetividad, su seguridad de haber nacido y estar vivos, igual que no podemos ignorar que ellos aplican implacablemente el argumento de nuestra subjetividad a los que realmente hemos nacido y por eso vivimos.

quizá el quid o la clave de esa distorsión de la realidad que a tantos afecta es un hecho físico y simple, mecánico digamos, que sucede dentro de un devenir predecible, se pierde y perderá en la noche de los tiempos y es producto de una combinatoria natural, a veces biológica: la gestación, el parto. en otros órdenes naturales se producen germinaciones, explosiones telúricas o cósmicas, terremotos, cambios climáticos, desecaciones, erosiones... son procesos más o menos largos con consecuencias igualmente más o menos extendidas en el tiempo y todo dentro de devenires que exceden cualquier fórmula temporal aplicable. objetivamente no son más que sucesiones sin principio ni fin, ya lo he dicho procesos dentro de otros procesos dentro de un proceso universal que la verdad poco importa que sea infinito o no: se le puede echar un rato a pensar en ello como pasatiempo o actividad lúdica, pero la verdad es que nada utilizable va a salir de ello salvo en todo caso una satisfacción o frustración tan pasajera o traumática como se permita la combinatoria sensitiva de quien lo practique.

así que la ficción del parto como nacimiento es lo que despista a la mayoría de los humanos y no les permite diferenciar convenientemente entre alguien que ha nacido y alguien que simplemente pasó por aquí en esa parte del proceso que se suele llamar vida y que es un tramo de uno o varios o muchos otro procesos, muy amplios, probablemente sin principio ni fin a no ser que lo de la finitud la pueda demostrar alguien a quien le sirva para algo, y que en ésa su etapa vulgarmente denominada vida se caracteriza por a la postre irrelevantes circunstancias como la memoria, los sentimientos, esa capacidad combinatoria que suele llamarse inteligencia y sobre todo, la formidable capacidad de exagerar y desbordar hasta límites insospechables la importancia de tales circunstancias.

una vez dicho lo anterior convendría resumir para no hacernos tediosos, aunque el resumen siempre es el riesgo de un penosa vuelta al principio.
aún a riesgo de incurrir en semejante vuelta me plantaría en que nacer, lo que se dice nacer, no nacemos todos. los que de verdad son capaces de nacer en algún momento son los que realmente se puede decir que viven, mientras que los otros, los que no consiguen nacer en ningún momento simplemente se ven obligados a considerarse vivos y a reclamar un nacimiento que mecánicamente suelen identificar con su parto.
aunque no sé si será éste el momento de tratarlo, sí conviene incorporar otro elemento de análisis que apuntala de alguna manera las digresiones anteriores y su resumen. o si no lo apuntala sí le da una consistencia que le podría faltar. el nacimiento, por sus características propias, es un hecho que muy fácilmente puede acaecer no de forma exclusivamente individual, sino también compartida, sin que haya límite de participantes, aunque cuanto mayor es el número de éstos menos son los ejemplos demostrables o admisibles. es un dato muy significativo en el seno de la discusión, puesto que lo que hemos dado en llamar parto, es decir, el hecho vulgarmente adoptado para pretextar cualquier nacimiento, es un acontecimiento eminentemente individual, salvo en los casos de partos múltiples o en los que en un exceso de furor en el sentimiento de maternidad se le hace igualmente protagonista a la madre, con grave perjuicio lógico del discurso natural, capaz de demostrar de un plumazo que la madre ya fue parida. y en cuanto al caso de los partos múltiples, semejante incidencia fisiológica quedará bien diferenciada del concepto de nacimiento compartido una vez quede perfilada la fuerte base definitoria nunca fisiológica que le da sentido. sólo adelantar que los partos múltiples son de naturaleza excluyente en cuanto a las conexiones anímicas o existenciales de los individuos interesados, por mucho que se haya disertado sobre la analogías de mellizos o gemelos o se les haya intentado masacrar su sagrada individualidad con uniformes y cortes de pelo repetidos, decoraciones inverosímiles y demás vainas de tortura inducida que tanto se les suele aplicar.

intentando no resultar tediosos, ya iremos entreverando juicios y reflexiones al caso, a saber cómo se presentan en el momento en que aparezcan, ya se sabe la reinvención contínua a que están sometidos estos devaneos mentales. pero hace no mucho, intentando hacer ese resumen sin fin que siempre nos proponemos cuando el análisis ya nos ha desbordado, yo diría que, en el proceso que afecta a nuestro paso por el mundo, deberíamos considerar, pensar y diferenciar bien la existencia, con su comienzo y su final, el nacimiento y la vida. las combinaciones pueden ser tan caprichosas como el estado de ánimo o el momento, pero hay un hilo estable que enhebra esos fundamentales conceptos.

tuvieron que pasar más de dos décadas desde el inicio de mi existencia para que yo tuviera la oportunidad de nacer. y creo que no la desaproveché.

lunes, 21 de diciembre de 2009

no has dormido



no has dormido es noche del 13 de julio. nada. como mucho amagos de ojos que se cierran sobre una mente agotada que inmediatamente vuelven a saltar como la persianas automáticas de los cartoons yanquis. el estómago, ¿será ya el hígado?, no quiere que te relajes, que descanses, que te creas aún con ese derecho al sueño.

listado de ideas, temas y pensamientos (desordenado igual que su flujo, torrentero más qué plácido, huevón y meandro):

1. rosa, tu chica, la mujer y el sentido de tu vida, de La Vida, no está accesible esta semana. ¿bueno? ¿malo? ¿indiferente?... quizá ambas tres cosas. explícate, coño.

bueno porque tienes tiempo para pensar si debe quedarse fuera de todo esto todo el tiempo que puedas dejarla fuera. las putas malas del trabajo y la familia, de la plata y los malabarismos del siempre reacio destino os tienen separados con todo un océano de por medio. no sabemos aún para cuánto. y eso que leváis ya 5 meses arrancados, amputados. en Vuestro Calendario Arcano, aproximadamente 5 años, quizá más, nunca fuiste amigo de los coeficientes de transformación numérica aunque siempre hayas sabido manejar las tablas de equivalencias de mensurables. según esta última operativa la cifra dada es la mínima aplicable, aunque ya se sabe que determinadas tablas -la de Vuestro Calendario Arcano es un casotipo- crecen, decrecen, o se transforman de cualquier manera imaginable o no, dependiendo del más mínimo factor variable. y que hay unos pocos, tú sabes.

malo porque no puedo hablar con ella. un día bajo este signo lo consideras un día vago, perdido, vacío, un arrugado inútil que tirar a la papelera. aunque te impongas el silencio sobre la noticia de marras, una conversación con ella siempre sería un inestimable bálsamo (¿por qué se dice inestimable de algo que sabes perfectamente cuánto estimas y necesitas?). hoy por doble o triple ración.

indiferente porque estás tan jodido o tan enajenado que te da igual 8 que 80, aunque, y esto lo sabemos todos, así estarías mintiendo por autocompasión. bellaco.

2. pasos a dar a continuación. qué hacer a partir de ahora a según está o tenéis de jodido el patio: no dinero, no tiempo o quizá mucha prisa, desarraigo, perentoria, nunca mejor dicho, necesidad de reunión, reunificación, vuelta a su ser del día a día independientemente de los que te queden. hay que buscar dinero, bastante dinero para un billete de avión. y más dinero para sobrevivir allá, no las pintan precisamente boyantes. y otra de oro: ¿qué cuesta, dilo ya, acostúmbrate, la manutención de un proyecto de fiambre? ¿le pides a un amigo, si es que aún sigue ahí cuando se entere de qué va la cosa, y luego endosas el papel a esa familia que ya no te podrá heredar lo que tenía previsto para tí, para tu retiro? y, política de hechos consumados, que te manden lo que vayas necesitando, tú o mejor dicho, tu situación.

3. estrategia y estilo.
¿de fuga, desapareces a la francesa? destrozo intrafamiliar, llanto y rechinar de dientes y billeteras, reproches de amplio espectro, dramaturgia de doméstico esperpento.
¿solvente análisis, conminatoria exposición de la cruda realidad? mismas extensiones resultantes que en la opción previa con un añadido condicionante e ignoto, ¿tendrás los huevos?  en presente mondo y lirondo, no.

4. recesión crítica: estás pillado, tronco. no present, no future, no dreams. so no sleeping.  

porque aquí quién es entonces el asesino del sueño, ¿la médica? jojó, la llaman la especialista, una licenciada recién y tiernita con algún síntoma de seguridad oposicionista y algunas gotitas por sorpresa, ella misma se sorprende, de autoridad competencial. harto, jartito estoy de tanta titulitis mal llevada y peor traída. frases de cartón piedra, discursos improvisados sin ganas, distanciamiento precoz, cómo estará poco antes de jubilarse si ya lo lleva así. no, es suficientemente inexperta aún para ser ya la asesina en serie en que quizá algún día se convierta.

y no, el asesino de sueño ya sabes que eres tú, cobarde, gallina, capitán de las sardinas, tanto pensar que trances de éstos te los tienes pasados por la entrepierna y ya ves, sí, pero llegándote, la cagada patas abajo con una sola llamada de una aprendiz de firmadora de bajas (más) y altas (menos) y recetas (millones cuando se haya jubilado).

y que sabes que ya sólo está en ti la elección: desesperación y quebranto tremendista, fuga, subterfugio forzado, ayudas artificiosas, desesperación y autoabandono, muerte prematura por incapacidad evidente de comprensión, o (¿podrás, pequeño?) mirar todo de frente y a los ojos. y asumir, acordarte reconociéndolo que nadie es menos trascendente que tú, o no asumir, demostrar, ser generoso con los que se van a quedar, escamotearles el dolor que no les correponde ni toca -que ellos elijan en el baúl si quieren-, hacerte voraz y avaricioso de tu premio negro que te ha tocado, son de los que más hay en rifa, no hay que intentar hacerles duplicados ni falsificaciones, nunca estuviste por tareas tan bajas... ¿podrás?

son las siete de la mañana y aún no has podido. el día además se presenta revuelto de tareas poco gratas, nada cómodas, qué bloody mary más hijueputa para desayunarte la monumental resaca de tus pánicos.

sólo resalta algo curioso: no aparece tu famoso tigre del estómago, aquél que te ha mordido y arañado siempre por cosas mucho menos graves; ahora sólo está la ausencia plana de sueño, no hay estiletes de nervios añadidos a las paredes sensibles de tus vísceras. ¿te respetará?

haces un esfuerzo, te duchas, te afeitas, te vistes, te preparas el desayuno de cada día, esperas a que empiecen sus cornadas, que el tiempo que ayer comenzó de otra manera a la hora en que majabas el pesto, continúe
sin consuelos que valgan su mecánico martilleo de cadena de montaje de ocurrencias aparatosamente fúnebres.

jueves, 17 de diciembre de 2009

es un buen compañero de cuarto,



te parece, buena señal. lo único: tal hombretón entubado y como derrotado después de alguna batalla que tú nunca llegaste a presenciar. abandonado a un sueño que se quiere soñar reparador. el sueño terapéutico de un guerrero al que le cambiaron muñequeras y cota por extraños entubados de última generación, goteros transparentes y vías de acceso con pequeños grifos multicolor. aferrado a un teléfono móvil allí donde tuvo que haber una espada corta y tan afilada como gruesa...

porque ya te enterarás de que es noruego, no quiere televisión (más puntos en su carnet vikingo) y le tienen que cambiar la válvula aorta y un palmo de su correspondiente vena. fue duro el combate ¿eh, compañero?, el otro tuvo que quedar para el arrastre.

ya verás que vienen a cuidarle dos vikingas, una por la mañana y otra por la tarde, parecen hermanas. tiempos que le sacan de su silenciosa terapia y despilfarran en largas e hilarantes conversaciones que por supuesto tú no entenderás porque las despachan en vikingo, pero no importa, la risa es leguaje universal, anima a todos por igual.

como todas las hermanas, y ya cállate porque tú nunca tuviste hermanas, una es queda y discreta y la otra un bullir y un gesticular y un ordenar y todos los posibles revolveres con que acorralar y apretarles los botones esas batas blancas de horchata tibia y sonrisas translúcidas. pero con las dos hermosas rubias tu compañero de viaje habla y habla y habla y se ríe y se ríe... y las dos visten parecido paño blanco y usan aquellas sandalias finas de dedo, casi inexistentes, increíbles que se mantengan sobre y bajo sus hermosos pies bien alimentados de blanco trigo y moreno centeno.

luego, cuando ellas se van, el nórdico vuelve a sumergirse en su morfeica terapia de guerrero nómada herido.

sí, al menos en esto tuviste suerte. no en todo lo demás, empezando por tu equipo médico habitual, un grupo de la primera comunión que te regala 10 minutos diarios hasta robarte 10 largos días de inexplicadas esperas y exasperantes aplazamientos de lo poco que tienen que hacer contigo.

y aún no sabes la que te espera, el turbulento piélago de dudas y corrientes sin merced ni brújula hasta más allá de todos los horizontes no deseados.

en silencio le deseas a tu esforzado acompañante que pueda él librarse de tanta confusión y dislate cuando vuestras naves zarpen hacia rutas distintas de la que os ha mantenido en solidaria singladura éstos últimos días.

en agradecimiento, sus mujeres se prestan a cubrir tareas de mensajero en tus afanes por mantener tu reino al tanto de cada avatar que aquí te encarece y encara. su éxito salva a tus territorios de la confusión y tú te sientes henchido de gratitud hacia tan noble pueblo y espléndidas hembras.

martes, 15 de diciembre de 2009

Hospital Vila, Julio 09




Te recuerdo tan Rosa que hay ráfagas eléctricas de amor por todas partes. Creo que me podría deshacer fácilmente en necesidad y amor. No puede pasar mucho tiempo antes de que reunamos los entresijos, es menester.

Si no, podrían producirse cataclismos y hecatombes, maremotos y huracanes. Y qué le hacemos.

Unimos las yemas de los dedos y se producen reacciones nucleares, se fisionan y fusionan los átomos, los volcanes entran en erupción y sobrevienen cambios climáticos amables. Y no podemos hacer nada. Sólo asistir a cada fenómeno agarraditos de la mano, acostados librerito y sentados frente al paisaje más bello, salvando el nuestro propio.

Si estoy viejito pero contigo, seré feliz. No es alardear. O sí es alardear pero alardear de ti. Te espero cada hora con el amor, el cariño colocheándose en las palmeras de nuestro jardín lleno de animales.

Hoy me levanté con la entraña cogida, ¿se nota? Me la tienes tú aferrada con tus ojos grandes llenos de ojos de amor.

Ay que sea ya mañana, ya la semana que viene, ya cuando sepa que nos quedan grandes tiempos esperándonos.

Ahora ya sólo pensar a quién le robo para un billete. Ninguna actividad delictiva más perdonable.

Y qué impaciencia más impaciente, qué hueco permanentemente hueco y hasta cuándo.

Perdónamela, la impaciencia, me siento apurarte pero no puedo no hacerlo.

Debería estar contento por haber hecho ya las pruebas, espero estarlo más cuando esté fuera de noticias malas, pero también me aflige saber que va a seguir la aflicción en tanto no pueda compartir la tranquilidad contigo. O compartirla excesivamente a distancia.

Quejica, Rosa, sí, quejica. Tú siempre tuviste más genio para sortear estas escolleras. Por lo menos saberte así son inyecciones y empujones hacia adelante.

No recuerdo si en aquel tiempo me sentía tan flojeras; creo que no; pero también me da que estaba en un período de cansancios que como que sedaban los miedos. Y sobre todo estaba contigo. Quejica, sí, Rosa, quejica.    

viernes, 11 de diciembre de 2009

prefacio retardado




1er. fusilamiento (Montaigne, Ensayos)

A
L LECTOR:

Es éste un libro de buena fe, lector.
De entrada te advierte que con él no me he propuesto otro fin que el doméstico y privado. En él no he tenido en cuenta ni el servicio a ti, ni mi gloria. No son capaces mis fuerzas de tales designios. Lo he dedicado al particular solaz de parientes y amigos: a fin de que, una vez me hayan perdido (lo que muy pronto les sucederá), puedan hallar en él algunos rasgos de mi condición y humor, y así alimenten, más completo y vivo, el conocimiento que han tenido de mi persona. Si lo hubiera escrito para conseguir el favor del mundo, habríame engalanado mejor y y mostraríame en actitud estudiada. Quiero que en él me vean con maneras sencillas, naturales y ordinarias, sin disimulo ni artificio: pues píntome a mí mismo. Aquí podrán leerse mis defectos crudamente y mi forma de ser innata, en la medida en que el respeto público me lo ha permitido. Que si yo hubiera estado en esas naciones de las que se dice viven todavía en la dulce libertad de las primeras leyes de la naturaleza, te aseguro que me habría pintado por entero, y desnudo. Así, lector, yo mismo soy la materia de mi libro: no hay razón para que ocupes tu ocio en tema tan frívolo y vano. Adiós pues; de Montaigne, a uno de marzo de mil quinientos ochenta.


A LA GENTE:

Gente, esto se escribe en confianza y sin segundas.
Para empezar que os quede claro que con hacerlo no me salgo de lo que pasa en mi casa. No trato de contaros nada nuevo, ni batallitas; me importáis lo que yo me importo y no busco mayores cortesías ni sentidos. Es para que lo disfruten, si pueden, si lo consigo, aquéllos que estimo y aprecio: para que cuando me quite de en medio (que no falta ya nada), les queden a mano más cosas de lo que he sido y vivido, y así les puedan servir de algo más los tiempos que hemos compartido. Que si me hubiera puesto a esto para darme pisto y que se me tuviera más en cuenta, lo mismo me hubiera hecho el articulito, que para eso sé vender. Pero lo que quiero es que se me vea tal cual, sin el maquillaje que nunca usé: es un autorretrato y punto. Por eso se me va a ver en crudo, aunque se le conceda algo al respeto que mantengo a mi peña. Siempre reclamé espontaneidades y franquezas que sólo he conocido en ese espacio feliz de los animales, y si en él tuviéramos la suerte de estar, más en crudo aún me habríais de ver. Oséase, que sólo mi menda lerenda es lo que viene a continuación, con lo que no os esforcéis mucho ni os canséis, es probable que no merezca la pena.
Un abrazo; de Juan Durruti, a ocho de agosto de dos mil nueve.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

una vez me dijo...



si por vivir todo lo bueno, tuve que vivir todo lo malo, no renuncio a nada de lo malo, por no perder nada de lo bueno...

una vez me dijo que su cáncer lo liberó definitivamente. no fue muy exhaustivo, como solía serlo con este tipo de temas. tampoco era exigible demasiada intensidad sobre un respecto tan tremendo. de todas formas lo articuló suficiente como para que lo entendiéramos (nos lo comentó al Alemán y a mí una noche de gota caliente enfrente del peñón de Ifach, el segundo peñón de su mediterránea vida). más quizá yo, que siempre escuché y reflexioné sobre sus precupaciones existenciales, la herencia Julianski, su ontología doméstica, la cosmogonía erótica y todo eso. un mundo de ideas y sensibilidades que a veces me rozaban, otras volaban demasiado alto y otras me arrollaban como un expreso.

aquella noche se le veía muy en su papel de cesante acomodado, curado de espantos y contingencias. sólo en algún momento se le vidrió la mirada o sugirió sudores su cristalino. pero eran momentos en los que se salía de la reflexión y el método y se dejaba mecer por el amor que ya no iba a estar. 

su pensamiento era que por primera vez en su existencia y en su vida, algo le iba a permitir disponer totalmente de su deseo. no había ya hueco para las explicaciones no deseadas, las justificaciones obligadas, las solicitudes de dudosa respuesta, las cortapisas inducidas, los trueques éticomateriales, los chantajes normativos. porque si se sabe que morirás en breve, qué obliga a que no se te trate ya como a un muerto. qué obligaciones se les pueden imponer a los cadáveres, qué exigirles, a qué conminarles, de qué convencerles. en eso, y ahí hizo alguna broma negra de turno, sí que parece que el mundo haya avanzado en algo: en casi todas partes no se queman los cuerpos yertos salvo en hornos privados, no se los despedaza ya, no se les expone en pica o plaza... ya se aceptó que es un falso dominio sobre el ser extinto, que sólo sirvió acaso para dominar el miedo de quienes siguen vivos.

y eso, dijo también, a pesar de que sé que todavía habré de luchar escaramuzas para evitar los repasos médicos, los chantajes de quienes te perdieron y ya no pueden recuperarte, las admoniciones gazmoñas de sesuda apariencia y vacua doctrina (intentando llevarte de nuevo a la lógica que denunciaste y renunciaste, incluso por la que no te importa venir a morir).

sí, se le veía tranquilo y coherente, casi satisfecho. dispuesto a practicar su libertad más absoluta durante el tiempo que le permitiera su verdugo habitante. 

al Alemán y a mí nos resonaban viejas consignas, más vale un fin espantoso que un espanto sin fin, ¿dos días vivo o dos mil muerto?, y todos los envases de carpe diem con fecha de caducidad en el culo.  


  

jueves, 3 de diciembre de 2009

yo nací un otoño


yo nací un otoño de un año que siempre tengo que hacer diversas cuentas para sacarlo. siempre fui un negado para almacenar fechas fijas, años exactos que contuvieran acontecimientos concretos por muy dignos o relevantes que en verdad fueran. me pasó siempre a pesar de la memoria bastante aceptable que para casi todo he gastado. no sé si mi aversión a las matemáticas habrá tenido algo que ver, dado que inevitablemente un año implica una cifra. con las edades también me ha pasado lo mismo y seguimos hablando de números... y no sé si habrá algún otro factor que haya ayudado a este tipo de fallas de mi sistema de almacenaje vulgo memoria, pero aún no he dado con él y la verdad es que no me preocupa como para dedicar mucho tiempo a su búsqueda.

además la persona con la que vine a este mundo y con quien me ligué ya para los restos ha sido todo lo contrario en este asunto, con lo que siempre he gozado (y quizás abusado) de la cercanía de alguien que almacena sin pestañear fechas completas con día, mes y año, etiquetas para cada una de ellas con los acontecimientos exactos que les corresponden, ya sea un cumpleaños, una salida de viaje, el comienzo de un nuevo trabajo, la operación de fulanito, el divorcio de mis padres o lo que a usted se le venga en gana consultar. una apuntadora de lujo que además me ha ido construyendo por dentro un útil esqueleto o estructura ligera con los nodos más valiosos de nuestros hitos temporales, de forma que ya no tengo terribles caídas de ánimo por no poder localizar el punto temporal exacto de acontecimientos verdaderamente trascendentales...

...o para los que su ubicación exacta en el tiempo tenga una carga trascendental. porque inmediatamente se habrán dado cuenta de que si pudo construirme tal estructura, qué hace fuera de la misma nada más y nada menos que el mero año de mi nacimiento, con el agravante de tratarse de un nacimiento compartido entre actor y apuntadora. y es que igual siempre me resultó bastante relativo eso de la carga trascendental de una ubicación temporal exacta: en realidad tal trascendentalismo no debería pasar de saber
que ha sucedido y más o menos cuándo, antes o después o al mismo tiempo de qué, pero sobre todo que sucedió. la carga trascendental para una ubicación exacta de un acontecimiento en el tiempo, y generalmente por motivos ajenos a la voluntad de uno, no pasa de ser una necesidad exógena de quedar bien -el cumpleaños de tu madre-, aprobar un estúpido examen de historia, o demostrar la capacidad de concentración y orientación que te parece que un jefe o un cliente van a apreciar y valorar.

por lo tanto quede claro mi total desapego a la cifra del año exacto en que nací con Rosa. desapego de igual tamaño que lo trascendente del acontecimiento, el mayor en términos cuantitativos y cualitativos de mi vida, mi existencia y cualquier otro tipo de proceso asociado antes, mientras y después, en el sentido más extenso de los tres adverbios.

yo nací un otoño cargado de magias simples que se habían ido poniendo de acuerdo sin decirme nada hasta que me empujaron como un batallón bromista a efectuar la llamada que desencadenó el nacimiento, mi nacimiento, nuestro nacimiento.

en ambos flancos de lo que iba a ser un nacimiento compartido estaba sucediendo lo mismo. desde hacía un breve y entrecortado período de tiempo habíamos tomado conocimiento el uno del otro, se habían cruzado mensajes generalmente sin forma ni código, sin gramáticas ni sintaxis, y hasta me atrevería a decir, sin conciencia de que tal trasiego se estaba produciendo en un sentido definido y de tal alcance como el que resultaría. éramos dos personajes en serias vías de continuar nuestros procesos sin que se vieran interferidos por el hecho de nacimiento alguno. estábamos en el cesto de esa mayoría que nunca acaba de diferenciar entre nacimiento y parto.

yo venía de múltiples desengaños de todo tipo, mi espíritu idealmente guerrero y aventurero se había convertido en una desorganizada carrera hacia ninguna parte conocida o con sentido, y vivía más que al día, buscando sin saber qué ni cómo, casi más huyendo que otra cosa y aún atado por cuerdas básicas que mi educación y mi entorno habían amarrado tan a conciencia que muchas veces abandonaba ya la idea de acabar con ellas y deshacer sus nudos, a fuerza de no ser capaz de acometer las tareas que las hubieran hecho saltar en pedazos. por más que barruntara o supiera claramente cuáles podían ser.

a su manera, la mujer que nació conmigo, había tenido una historia tremendamente paralela. allí donde yo acumulaba titubeos, confusiones y trabas de cualquier tipo, ella las acumulaba variando sutilmente la tipología de los despistes y los obstáculos.

y en realidad, como ya veremos con tranquilidad, nuestras vidas hasta entonces se habían macerado en historias polícromas, enloquecidas por veces o ahogadas en turbulentos tedios existenciales, absurdos o esperpénticos. y en el momento de acercarse presentaban un sugestivo marinado de ánimos caleidoscópicos por momentos, abstractos en sus sueños y disparatadamente realistas en su día a día.

seguramente por eso el día del empujón del bromista batallón de magias simples, el proceso de catálisis en nuestras probetas fue un fenómeno casi violento que produjo nuestro nacimiento de una vez, sin reacciones colaterales de ningún tipo y menos con engorrosas dilaciones o traumáticos rechazos. un  nacimiento, por decirlo así, bien limpio.  

martes, 1 de diciembre de 2009

en la radio alguien...


    en la radio alguien se queja de los ciclistas, es un programa que deja un contestador abierto para que la gente cuente lo que se le pase por la cabeza acerca de cualquier asunto que le apetezca. llevan 30 años así. los temas se suelen encadenar con cruces de proposiciones, apreciaciones, desideratas, contestaciones, quejas o reclamaciones o... hoy va de ciclistas que tocan los cojones circulando de mala manera, también hay alguien que pregunta si debes de repetirle mañana los buenos días al vecino que no te contestó a los que le diste hoy... les oyes más o menos entre los ruidos que consigues arrancar majando un pesto mientras decides si echas algo de nueces o lo dejas sólo con los piñones y el ajo y el perejil, o también le pones albahaca y, antes de decidirlo sencillo, suena el teléfono desde el bolsillo y lo buscas porque te tienen que llamar del taller del coche, si no para qué mancharte ahora, y sin poder comprobar el número que llama, lo cogiste mal, no se veía ya el otro número en la pantallita, te pones y escuchas una voz que no es la del mecánico, es de mujer y pregunta por tu nombre y sí, dices, soy yo...


    ...y al final era la médica que te tocó en digestivo para decirte que las resonancias dijeron que había un tumor y que si te puedes pasar el jueves o el viernes por el hospital, que estará en la primera planta, en endoscopias, y que ya te cuenta lo que tienes que hacer. incluso das las gracias antes de colgar, sólo te preguntas por qué se las diste al rato, cuando ya para qué el pesto, quién tiene ahora ya hambre.


    es lunes, es 13 de julio de cualquiera de éstos últimos años o quizá mejor debiera decir años últimos, da igual que hable por mí o por el mundo según están las cosas.